1.- Casi nunca atiende cuando se le llama. A veces parece sordo.
2.- No señala para mostrar o compartir su interés.
3.- No ha desarrollado el lenguaje oral, o lo ha perdido.
4.- Sí tiene lenguaje, pero lo usa de manera peculiar, o es muy repetitivo.
5.- Se ríe o llora sin motivo aparente.
6.- No reacciona casi nunca ante lo que ocurre a su alrededor.
7.- Parece no interesarse por los demás.
8.- Apenas mira a la cara sonriendo a la vez.
9.- Generalmente no se relaciona con los otros niños, no les imita.
10.- No suele mirar hacia donde se le señala.
11.- Es muy sensible a ciertas texturas, sonidos, olores o sabores.
12.- Tiene movimientos extraños, repetitivos.
13.- Presenta rabietas o resistencia ante cambios ambientales.
14.- Tiene apego inusual a algunos objetos o a estímulos concretos.
15.- Usa los juguetes de manera peculiar (girarlos, tirarlos, alinearlos.).
16.- Apenas realiza juego social, simbólico o imaginativo (“hacer como si.”).
17.- Sus juegos suelen ser repetitivos.