Hablar del tratamiento del TEA (Trastorno de Espectro Autista), y de los TGD (Trastornos Generalizados del Desarrollo) daría para escribir, no uno, sino muchos, muchísimos libros. No obstante, y dado que el tratamiento suele ser la parte que a los padres más nos preocupa, intentaremos que la información que damos en este apartado de nuestra página sea lo más concreta y útil posible para quienes nos visite.
Dicho esto, empezaremos por enumerar una serie de premisas que es indispensable conocer para sentar las bases de las alternativas terapéuticas.
1ª) El tratamiento va encaminado a mejorar la calidad de vida de las personas con TEA y TGD, paliando los déficits del afectado y haciendo hincapié en potenciar sus capacidades, para desarrollarlas al máximo, permitiendo así su “normalización” e integración en el entorno donde vive.
2º) Hoy por hoy, es preciso dejar claro, que el autismo no tiene cura, pero eso no significa que no tenga tratamiento. Las posibilidades terapéuticas son cada vez mejores y más numerosas, pero es preciso asumir que la condición de autista forma parte de la persona afectada y es perder tiempo y energía intentar cambiar lo “incambiable”. No luchemos “contra” el autismo, sino “con” el autismo.
3º) El tratamiento debe cumplir una serie de requisitos que pueden simplificarse como se resume en la imagen siguiente: